Siete Efectos del Ruido sobre la Salud (y la Billetera)
Vivir expuestos al ruido nos puede estar saliendo caro
¿Cuáles son los efectos del ruido sobre la salud? No es por coincidencia que a todos nos guste escaparnos a una cabaña en la montaña o a una casa en una playa solitaria. Nos sentimos mejor cuando estamos rodeados de naturaleza, alejados del ruido y del estrés que se vive en la ciudad.
La ciencia y la experiencia confirman al menos siete efectos del ruido sobre la salud y nuestro bienestar físico-mental. Por ejemplo, estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud han estimado que nada más el ruido generado por el tráfico agrega un millón de “años de discapacidad”, causando o incrementando diferentes tipos de enfermedades. (Y fijémonos bien que esta estimación no considera otras fuentes de contaminación sónica, como el ruido de la maquinaria pesada de construcción o el ruido de altoparlantes.)
Además de agregarnos años de discapacidad, ¿cuáles son las principales consecuencias que tiene el ruido sobre nuestro bienestar?
En este artículo resumimos primero siete consecuencias negativas del ruido sobre nuestro bienestar. Y luego presentamos también a qué se deben los altos niveles de ruido en Costa Rica. En resumen…
- …el ruido genera angustia mental
- …el ruido incrementa la sordera y el aislamiento social
- …el ruido mata la paz en las escuelas y hospitales
- …el ruido aumenta el riesgo de derrames cerebrales
- …el ruido nos roba calidad de sueño
- …el ruido incrementa la tendencia a sentirnos deprimidos.
- …el ruido afecta nuestro desempeño sexual.
Efectos como estos hacen que la bulla y el ruido puedan catalogarse como un “cancerígeno invisible” que se vuelve cada vez más común en nuestros días. El ruido es un malestar que no se ve pero que se siente y que poco a poco carcome nuestra salud y nuestro bienestar —y, resulta ser, también se carcome nuestra billetera—.
Veamos con más detalle algunos de los principales efectos del ruido sobre la salud, ahondando un poco en estos seis maleficios.
¿Cómo Afecta el Ruido mi Salud?
1. El ruido genera angustia mental
Un análisis del 2018 publicado en el Archives of Ocupational Health, realizado con 325 colaboradores en la industria automovilística, demostró como la angustia psicológica incrementa en proporción a los niveles de ruido. Diferentes trabajadores fueron expuestos a diferentes tipos y niveles de ruido, de acuerdo a su departamento; algunos en metalurgia, otros en el área administrativa, otros en moldes y ensamblaje. Por su parte, la angustia mental se midió contemplando síntomas de desórdenes mentales y el consumo de algún tipo de medicamento anti-depresivo.
Los resultados variarion de acuerdo a algunos factores, como la edad de las personas, la cantidad de años trabajando, y su sensibilidad al ruido (hay personas que por naturaleza son más sensibles al ruido que otras). Sin embargo, el factor más predominante asociado al incremento en la angustia mental fue el nivel del ruido. Pasar de 55 decibelios (nivel de ruido generado por una refrigeradora) a 90 decibelios (nivel de ruido causado por una cortadora de zacate) significó un incremento promedio de hasta un 60 porciento en malestares psicológicos.
Hallazgos como estos también han sido confirmados por otros analisis realizados en otras industrias, demostrando como el ruido también genera molestia, ansiedad, y disturbios sobre el sueño, como veremos abajo.
Además, la angustia mental se traduce en fatiga y menor productividad, en peor estado de ánimo, y en cometer más errores en el ambiente de trabajo. El ruido no sólo incide de manera negativa sobre la salud de los afectados, sino también sobre la billetera de las empresas y de quienes en ellas trabajan.
2. El ruido incrementa la sordera y el aislamiento social
Hace doscientos años vivió unos de los músicos más talentos de la historia: el compositor Ludwig van Beethoven. Fue famoso por su repertorio de vanguardia, marcando el fin y el inicio de una época en la historia de la música.
Lo que a veces no se conoce tanto de Beethoven es que él perdió el oido sus 40 años. Si bien era excéntrico como todo buen músico, también se volvió antisocial debido a su sordera. Muchos pensaron que se había vuelto loco. Y, de cierta manera, tenían razón: El no poder oir lo fue aislando de la sociedad y de sus amigos más cercanos.
De acuerdo a la revista Healthline, cuando las ondas de sonido ingresan al oído con mucha fuerza, pueden ‘razurar’ pequeños vellos, pelitos, y otras células especiales que recubren el oído. Estos “vellos” o “pelitos” se mueven cuando las ondas de sonido pasan a través de ellos, enviando señales al cerebro que nuestra mente pueda entender.
Pero cuando estos pequeños vellos y las células de nuestros oídos se dañan, se disminuye su capacidad para transferir ondas sonoras al cerebro. Y lo grave es que estas células no pueden regenerarse ni repararse. La sordera es irreversible.
Entonces, ¿quiénes tienen más riesgo de perder el oído? De acuerdo al Centers for Disease Control and Prevention, la gente más afectada son quienes trabajan en estos oficios: jardineros, personas trabajando con maquinaria industrial que genere ruido, conductores de motocicletas y bicimotos, bartenders, e instructores de gimnasio con música a todo volumen.
A su vez, además de afectar la capacidad auditiva en sí, la sordera también trae otra serie de males. Por ejemplo, la sordera está asociada a la demencia, a dolores de cabeza, a zumbido constante en los oidos, a la irritabilidad, a la dificultad al dormir, y —como en el caso de Beethoven el compositor—, a convertirnos en antisociales.
3. El ruido mata la paz en escuelas y hospitales
Los dos hospitales más representativos de Costa Rica —el Hospital San Juan de Dios y el Hospital de Niños— se encuentran ambos en una de las carreteras más transitadas de la capital. Esto no sería necesariamente algo grave si la flotilla vehicular del país fuera silenciosa (y libre de humos). Pero claramente este no es el caso. De ahí que importantes recintos como estos estén expuestos a una constante ausencia de paz, comprometiendo la salud de quienes más la necesitan.
Lo mismo puede decirse de las escuelas y colegios. Consideremos por ejemplo el caso del paso del tren a lo largo de Curridabat. Estudiantes del Colegio Calazanz, la Universidad Latina, la Universidad Interamericana y la Universidad de Costa Rica ven invadida su paz y privacidad mental por más de 30 pitazos al día, cada uno superior a los 90-100 decibelios. Esto suma 150 pitazos por semana y más de 7.500 pitazos al año.
La concentración y la creatividad requieren de ambientes silenciosos para que la mente pueda trabajar en todo su potencial. De acuerdo al graduado de Oxford Jonah Lehrer, autor de Imagina: Como la creatividad funciona (“Imagine: How Creativiy Works”), el silencio también potencializa la creatividad, estimula las nuevas ideas, y nos lleva hasta soñar despiertos (“daydreaming”).
Por el contrario, la exposición prolongada asl ruido estimula el sistema nervioso liberando cortisol y adrenalina, dos hormonas que generan estados de ansiedad. Y la ansiedad es enemiga del aprendizaje, del desarrollo de la inteligencia, y del estado de relajación —necesarios todos en las escuelas, colegios, universidades, y hospitales de Costa Rica—. Bien podría decirse que el ruido conduce al subdesarrollo educativo y a crisis sanitarias.
4. El ruido aumenta el riesgo de derrames cerebrales
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention) define la hipertensión como la presión sanguínea por encima de los límites sanos. Anualmente, nada más en ese país la hipertensión se sitúa como la principal causa de muerte de más de 670.000 personas cada año.
Si bien los estudios cienfíficos no son contundentes, existe una posible relación entre el ruido y la hipertensión. Ante el sonido de aviones, trenes y tráfico vehicular, nuestro sistema nervioso entra en un estado de estrés crónico y esto a su vez eleva la presión sanguínea.
Por ejemplo, un estudio estadístico de más de 1 millón de personas mayores a los 40 años en Frankfurt, Alemania, no encontró una correlación significativa entre el ruido y nuevos diagnósticos de hipertensión ligera (“sin complicaciones”), evidenciados éstos en las reclamos de pólizas de seguros de salud. Sin embargo, para personas con una condición cardiaca hipertensa ya existente (y más grave o “pronunciada”), sí se demostró una relación entre el ruido vehicular y de aviones y el aumento de relaclamos de pólizas seguros (aumentos de un 6 y un 13 por ciento, respectivamente).
A su vez, el estudio sugiere que los niveles más graves de presión alta pueden no estar ligados a un diagnóstico médico prolongado. Esto porque la presión alta se genera en “picos”, que a su vez están ligados en su mayoría a altos ruidos que se dan de manera esporádica. Es decir, aunque la relación entre el ruido y la hipertensión no se haya cuantificado y documentado con facilidad, eso no hace que la relación entre el ruido y la presión alta deje existir.
5. El ruido molesta el sueño
El que nos guste dormir en silencio y el que el ruido altere el sueño no son ninguna novedad. No es por nada que padres de familia piden silencio a gritos para que sus niños y bebés puedan dormir (¡y ellos también!). Tampoco es por nada que cada uno de nosotros prefiera noches sin ruido en una playa que noches con parlantes a todo volumen en una ciudad.
Lo que no resulta tan obvio es la cantidad de evidencia científica respaldando los malestares del ruido sobre el sueño. Entre ellas, una investigación reciente sobre los impactos del tráfico vehicular sobre el sueño analizó más de 280 artículos y más de 75 estudios. De diferentes formas, la literatura científica subraya como la calidad y cantidad de sueño de las personas pueden verse comprometidas por el ruido de los motores.
Además, como es de esperarse, el riesgo de estar deprivado de sueño es mayor en una ciudad altamente urbanizada (y todavía mayor en ciudades con ausencia de planificación y de reglamentación sónica). Según el National Library of Medicine, tan sólo un incremento de 10 decibelios (un aumento equivalente a pasar de un susurro al oido al sonido de un refrigerador) está asociado con un 49 por ciento de probabilidades de que una persona no obtenga suficiente sueño.
¿Por qué es importante esto? Por que el sueño está asociado al bienestar, a la felicidad, y a la salud. La ciencia confirma lo que nuestra experiencia ya sabemos que nos dice.
Por el contrario, la falta de sueño genera malestares, fatiga, cansancio, bajo desempeño en el trabajo, e inclusive depresión y pérdida de impulso sexual —dos efectos de los que hablaremos en seguida. Dormir mal a causa del ruido es, de hecho, algo no muy sexy.
6. El ruido incrementa la tendencia hacia la depresión
La mala hierba no se elimina cortando la maleza por el tallo. Para deshacerse de la mala hierba hay que arrancar la planta raíz. Lo mismo sucede con la depresión. Este malestar en sí es un síntoma —un efecto— de causas más profundas. Entre otras, la depresión está arraigada en el insomnio, en el estrés, y en el mal sueño.
En el 2017, diferentes investigadores en Frankfurt, Alemania analizaron la relación entre la depresión y el ruido generado por aviones, trenes, y tráfico vehicular. Además de apoyarse en 12 estudios científicos previos, esto fue lo que encontraron después de analizar las incidencias de depresión en los registros de salud de más de 77.000 personas:
- La probabilidad de depresión fue más alta para las personas expuestas a los tres tipos de ruido a la misma vez (aviones, trenes, y vehículos).
- El tipos de ruido más correlacionado a la depresión es el ruido de los aviones (cuando es mayor a 50 decibeles), seguido por el de los trenes (mayor a 50 decibeles) y luego el vehicular (mayor a 50 decibeles). Esto se explica, en parte, por ser el ruido de los aviones más intermitente y disruptivo y el de los trenes y vehículos más regular y habitual. Es decir, los ruidos disruptivos elevan los riesgos de depresión.
- El riesgo a la depresión es el mismo para personas expuestas a 70 decibeles de ruido vehicular que a 50 decibeles de ruido de aviones.
- No toda la gente que sufre de depresión se reporta ante un médico. Por esta razón, los casos de depresión ligados al ruido, de hecho, tienden a ser mayores que los registrados.
De manera similar, otro meta-analisis publicado en el 2022 en el International Jounal of Environmental Research and Public Health, encontró que la depresión era un 23 por ciento más comun en personas muy molestas por el ruido, y que también había un 55 por ciento de mayor riesgo de sufrir ansiedad en personas muy molestas por el ruido.
El escritor británico Aldous Huxley lo puso mejor: “El siglo XX es, entre otras cosas, la Era del Ruido. Ruido físico, ruido mental y ruido del deseo: tenemos el récord histórico de todos ellos. Y no es de extrañar; porque todos los recursos de nuestra tecnología casi milagrosa se han volcado en el actual asalto contra el silencio.”
7. …y cómo si fuera poco, todos estos efectos se suman, elevan el estrés, y ruducen la energía sexual
Lo que suena afuera, afecta lo que pasa adentro, hasta llegar a la cama.
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Aunque de manera muy resumida, estas siete razones evidencian como el ruido es un enemigo —un cáncer invisible— que nos roba felicidad, nos quita días de vida, afecta el sueño, nos hace sentir cansados, nos hace propensos a volvernos sordos, nos pone de mal humor, y nos deprime.
¿A Qué Se Deben los Altos Niveles de Ruido en Costa Rica?
La salud y el bienestar de quienes vivimos en Costa Rica se continúan viendo afectados por los altos niveles de ruido que se permiten en las calles, barrios, ciudades, parques nacionales y playas del país. Por ejemplo, un estudio del Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales, realizado en más de 200 puntos del casco metropolitano, demostró como tan sólo en la Gran Área Metropolitana el ruido creció hasta en un 40 porciento entre el 2003 y el 2009. (Si bien esta comparación fue realizada años atrás, es de esperarse que esta cifra sea todavía mayor al día de hoy dada la expansión del desorden urbano y de la flota vehicular y de motos y bicimotos.)
Los altos niveles de ruido en Costa Rica tienen al menos seis causas:
- Reglamentación estatal desactualizada, débil, insuficiente, difusa, e inadecuada para que se proteja la armonía sonora;
- Interés reducido y/o poca capacidad de respuesta por parte de los cuerpos estatales, empresariales y de los Ministerios públicos encargados de la materia;
- Ausencia de una cultura proactiva del silencio que valore la tranquilidad sonora y los paisajes sonoros positivos —en la teoría, pero, sobre todo, en la práctica—;
- Faltante de mecanismos de denuncia de ruido que sean eficaces, robustos, anónimos, y confiables;
- Insuficientes recursos intelectuales y económicos para mantener a la ciudadanía informada y para hacer posible, entre otros cambios, la transición hacia la movilidad de bajo impacto sonoro;
- Carencia de suficiente amor al prójimo como a un@ mism@.
¿Cómo Se Puede Mejorar la Salud Sonora en Costa Rica?
En Costa Rica Sin Ruido estamos dedicados a darle vuelta a estas realidades que nos ha desprotegido como costarricenses. Hoy es cuándo las leyes y regulaciones de nuestro querido país deben respetar y resguardar nuestra salud y el bienestar mental de todas y todos. Hoy es cuando tenemos que reconocer el ruido como un cáncer invisible que caracteriza a las sociedades anticuadas y subdesarrolladas.
El ruido es retroceder; el silencio es bienestar, es salud, es paz, es progreso. La salud sonora es la marca de las sociedades de avanzada y por eso la importancia del silencio para la salud requiere ponerse sobre el tapete.
Específicamente, en Costa Rica Sin Ruido estamos impulsando este cambio a través de tres iniciativas:
- Generando un cambio de conciencia a través de charlas, diálogos, y por medio de nuestra Infoteca y nuestras redes sociales en Instagram y Facebook;
- Creando y fomentando alianzas económicas para que los vehículos motorizados generadores de ruido puedan hacer una transición más rápida a alternativa eléctricas y/o de bajo impacto sonoro;
- Impulsando una Moción Ciudadana para que el silencio y la paz sonora sean resguardados como bienes fundamentales a nivel normativo y legislativo.
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Para información científica más detallada, ver:
- Lang Y. et al., “Transportation noise exposure and anxiety: A systematic review and meta-analysis,” Journal of Environmental Research, vol. 191 (2020), pp. 110-118
- Mewton L., Kessler R.C., Slade T., Hobbs M.J., Brownhill L., Birrell L., et al. “The psychometric properties of the Kessler Psychological Distress Scale (K6) in a general population sample of adolescents,” Psychological Assessment. 2016;28(10):1232.
- Neghab M., Maddahi M., and Rajaeefard A.R., “Hearing impairment and hypertension associated with long-term occupational exposure to noise,” Iranian Red Crescent Medical Journal, vol. 11, no. 2, pp. 160–165, 2009.
- Shepherd D., Welch D., Dirks K.N., Mathews R. “Exploring the relationship between noise sensitivity, annoyance and health-related quality of life in a sample of adults exposed to environmental noise,” International Journal of Environmental Research and Public Health. 2010;7(10):3579-94.
- Stansfeld S., Shipley M. “Noise sensitivity and future risk of illness and mortality,” Science of the Total Environment. 2015;520:114-9.
Foto de portada por @pucci.cr